domingo, 9 de marzo de 2008

CAUDAL DE AMOR

La muerte irrumpe enmedio del espejismo ébrio.
la fatalidad de los ojos
que miran llenos de deseo lo inalcanzable.
Se nublan ante el paseillo lejano de la muerte
kamikaze enamorada se tira por los suelos
por la indigna cantidad de dolor que se sugiera.
¿Alguien da más?
El vértigo de las horas perdidas
demanda mas alcohol.
Las luces dispuestas en los caminos entalonados,
la cámara que flota
y la chica que pierde.
La combinación del desbordamiento del caudal de amor
con la kaipiroska de fresa
excava mas en su talento de quemar barras
y achicharrar miradas.
Más horas inútiles de desaliento
que se quedarán pegadas en la barra
despues del último baile.

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